Un doblete de Claudia Pina guió al Barcelona a su undécima Copa de la Reina, tras vencer al Atlético de Madrid en una final dominada de principio a fin
En un escenario de dominio azulgrana, Claudia Pina brilló con luz propia para decidir la final de la Copa de la Reina. Con dos goles, uno en cada parte, la jugadora azulgrana confirmó su espectacular momento de forma y se convirtió en la MVP del partido.El Barça suma su título oficial número 29 y reafirma su hegemonía en el fútbol femenino español.
Desde el primer minuto en el estadio de El Alcoraz, el Barça demostró que no estaba allí solo para jugar, sino para ganar. Con una alineación ofensiva y una presión altísima, las de Pere Romeu se adueñaron del balón, redujeron al Atlético a su propio campo y empezaron a fabricar ocasiones desde muy temprano.
El primer susto llegó con un gol anulado a Xènia en propia puerta por un centro de Pina que había salido por línea de fondo. Pero el aviso ya estaba dado, la maquinaria culé estaba en marcha.
Pina golpea primero
La jugada del primer gol fue una muestra del mejor Barça. Presión alta, robo en campo contrario y combinación rápida. Pajor encontró a Pina en la frontal, y la ‘9’, con una definición precisa, envió el balón al fondo de las mallas en el 32’. Gol y beso al escudo. Era el inicio de otra noche mágica para ella y para su equipo.

Antes del descanso, las azulgranas pudieron sentenciar con varios remates claros de Pajor, Aitana, Alexia y la propia Pina, pero se toparon con una inspirada Lola Gallardo y con una defensa atlética que resistía como podía.
Tras el descanso, el Atlético cambió de cara. Ganó metros, apretó la salida del Barça y tuvo su momento de esperanza con un gol anulado a Gio por falta a Cata Coll. Ajibade también tuvo una buena ocasión desde la frontal, pero el remate salió desviado.
El empuje colchonero fue, sin embargo, flor de un par de jugadas. El Barça recuperó el control y, tras un aviso de Aitana con un intento de tacón que levantó al público, llegó la sentencia.
Golazo para cerrar la final
A falta de quince minutos, el balón cayó del cielo, literalmente, para Claudia Pina. La delantera la cazó de volea desde la frontal sin dejarla botar y firmó el 2-0 con una ejecución tan bella como letal. El estadio explotó. La final tenía dueña y la Copa, nueva reina.

Final con sabor a despedida y futuro
La entrada de Marta Torrejón y la ovación a Ingrid Engen, quien podría haber jugado su último partido con el Barça, añadieron un toque emotivo al final del encuentro. Salma Paralluelo aún tuvo tiempo de estrellar un disparo en el poste, pero el marcador ya no se movió.
Con este triunfo, el FC Barcelona cierra otra temporada dorada y se prepara para un verano que puede traer renovaciones, refuerzos y nuevas ilusiones. Pero esta noche, en Huesca, el nombre que quedó grabado fue uno, el de Claudia Pina.
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